DESAFÍO
de Maísa Marbán
Se levantó aquella mañana con un desasosiego sordo, como un rumor acallado.
Tras el desayuno sintió la necesidad irrefrenable de desconectarse totalmente de Internet. Ocupó la mañana en revolver los armarios para deshacerse de algunas ropas, sombras inútiles del pasado.
A la hora de comer decidió desterrar de una vez la férrea dieta que sometía su paladar.
Desenchufó el televisor; destruyó definitivamente recuerdos dolorosos; se desprendió de viejos rencores y desanduvo su pasado al encuentro de tiempos más alegres.
Cenó desoyendo al sentido común y acabó el día desatendiendo todas las obligaciones que le habían impuesto.
Por la noche tuvo la certeza de que, por primera vez en mucho tiempo, era libre.
Y se abandonó al sueño.
Sin desconsuelo.
MAÍSA MARBÁN. Contadora de historias. Es de León, una tierra donde el frío del invierno se combate, todavía hoy, bailando, cantando y contando. Por eso escogió la palabra y los cuentos para recorrer el camino de la vida y, por eso, su oficio desde hace muchos años es contar para conjurar la alegría.