PASOS
de Manuel Castaño Crespo
Ilustración de Silvia Alberdi
No había aprendido a dar sus primeros pasos y ya había cruzado la frontera en brazos de una madre que caminaba sola y que huía de una tierra que les era arrebatada. Apenas había comenzado a andar y atravesó países. Aprendió a correr cruzando un desierto y dejando atrás a la muerte que le seguía los pasos. Su madre no corrió tanto. Se mojó los pies de sal y sus huellas se borraron, una vez más, cuando se subió a aquel cayuco para atravesar un océano.
No cree en ningún dios, pero cada vez que llega la Navidad pone sus zapatos bajo la ventana de su casa esperando que se vacíen de polvo, de agua, de llanto, de rabia y se llenen de esperanza.
MANUEL CASTAÑO
O Manuel Légolas como también gusta llamarse en esto de los cuentos. Colecciona Caperucitas, tiene un hijo que dice que es su única historia con final feliz, y ahora le ha crecido la barba. Es cosa extraña, dice. Un día dejó de afeitarse y los pelos que hace años se escondieron bajo su calva ahora afloran en su cara.
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SILVIA ALBERDI
Dicen que empezó a pintar antes que a hablar, y sus compañeras de colegio la recuerdan
como esa niña que siempre estaba dibujando en clase. Hija y nieta de artistas, creció entre pinturas, cámaras de fotos y caballetes. Varios años en Tokio le sirvieron para adquirir esa atmósfera delicada que es el eje central de su obra. Escritora e ilustradora, cuenta con varias publicaciones y menciones, sobre todo en el campo de la literatura infantil. Actualmente reside en San Lorenzo de El Escorial donde ha ubicado su estudio y desarrolla su proceso creativo.
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