LA RAYUELA DE AGUA
de NiñoCactus
Ilustración de Ricardo Calvo
Julieta, como el viento, convertía todo en juego. Al andar, cada sendero se transformaba en una retahíla de compases inventados. Paso, paso, brinco, paso, vuelta, parada. Paso, brinco, paso, paso, vuelta, carrera.
Por eso descubrió aquellos diez pequeños charcos a un lado del camino: una rayuela de agua, sólo para ella. Y en cada salto estallaban las gotas como fuegos artificiales. Primero se oía el silbido del vestido movido por el aire, después llegaba la risa de la niña, que se fundía en el estrépito del barro.
Al final de la rayuela se encontraba el cielo: la ropa mojada, la risa infinita y Julieta caminando sin tocar la tierra. Justo un centímetro por encima de ella.
NIÑOCACTUS
NiñoCactus brotó en Salamanca una primavera de 1979. De pequeño le gustaba tan poco comer, y tanto los cuentos, que sus padres prometieron regalarle un libro cada vez que engordase un kilo. No recuerda bien cuándo dejaron de hacerlo, pero ya era tarde, y su cabeza se había llenado de personajes imaginarios que crearon su propio mundo.
Ya de mayor, un viento del sur le enseñó a tocar el clarinete, y una espiral de titiriteros le inició en el arte de improvisar sonrisas. También aprendió a atrapar los sueños, a labrar la tierra y a navegar sin brújula.
Aunque le quedan muchos tesoros por descubrir, algunos de los que encuentra los convierte en cuentos.
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RICARDO CALVO
Ricardo Calvo, lleva dedicado al diseño gráfico y al collage más de dos décadas. En sus obras fusiona elementos visuales diversos para crear composiciones que invitan a reflexionar sobre la interconexión entre la sociedad contemporánea y la historia, y genera nuevas narrativas visuales que desafían los límites del tiempo y del espacio.
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