Se han soltado postales en sitios variopintos. Hay una que descansa dentro del libro «La carta esférica» en el kiosko de la estación ffcc de Alcalá. Un par fueron dejadas en un banco del metro de Rios Rosas y otra sobre los tornos. Las hay que esperan pacientes en la sección de chocolates de un super de Ahorramás. Hay una postal en el buzón de sugerencias de una cafetería y otra sobre un piano en la Casa de la Juventud.
En fin, resulta bonito.