¡Qué nervios! No hacía más que mirar por la ventana esperando poder ver a los tres Reyes Magos, con sus trajes, con sus camellos y, sobre todo, con sus regalos.
Al día siguiente se despertó allí, pegado a la ventana. Se había dormido y no se había enterado de cuando entraron los Reyes Magos. Miró debajo del árbol y sólo vio un pequeño sobre con su nombre. Lo abrió corriendo y leyó: “Ve al baño, y mira al espejo”.
En cuanto se vio, decidió unirse a Papá Noel, ¿regalarle un corte de pelo? Eso no era magia ni nada, eso lo hacía su madre todos los días en el trabajo y mucho mejor que ellos.
Carmen Légolas pertenece a Légolas, colectivo escénico. Un porrón de años entre teatro de calle, títeres y cuentos y más cuentos. Puedes ver más en www.legolas.com.es.
Me ha echo mucha ilusión encontrarlo. Hace tres o cuatro dias que lo tengo en mi poder, porque en realidad querría quedármelo….Pero pienso que lo dejaré ir, alguien lo encontrará y espero que también le haga sonreir.
La idea es fantástica.
ESTa muy bien escrito pero el final pierde porque es demasiado explicito. creo que hubiera sido mejor no decir lo de corte de pelo. Pero por el resto… muy bueno.
Puntuación: 6
Daniel creo que como escritor de pequeñas historias no lo haces mal, pero como crítico dejas mucho que desear. Una crítica en su esencia no puede ser contradictoria.