ANTONIA
de Patricia Picazo
Otro jueves que no le había dejado leer. Ni
tan siquiera hablar. Se había apuntado a un programa de voluntariado que organizaba la
biblioteca del pueblo. A ella le correspondía leer a Antonia, una viuda de
ochenta años que vivía sola.
tan siquiera hablar. Se había apuntado a un programa de voluntariado que organizaba la
biblioteca del pueblo. A ella le correspondía leer a Antonia, una viuda de
ochenta años que vivía sola.
Antonia la recibía con los brazos
abiertos. Se sentaban la una junto a la otra y, si no estaba atenta, la vieja
tomaba la palabra y no la soltaba hasta que se iba. Antonia le contaba su vida
a través de las fotos que cubrían las paredes del salón. Si alguna tarde la
lectora comenzaba a leer, enseguida Antonia le cortaba con la historia de
alguien, que por supuesto tenía relación con la del libro. La lectora la
escuchaba enfadada. Pero cuando Antonia se reía y la miraba de reojo, lo hacía
cada vez que mentía, la lectora sonreía, cerraba el libro y aceptaba, una vez
más, su derrota.
PATRICIA PICAZO DE
FEZ. Es contadora de historias, promotora de la lectura y
gestora cultural. Sus raíces están esparcidas entre Valencia, Albacete, Cuenca,
Murcia, Peñaranda de Bracamonte (Salamanca) y Ávila. Algunas de ellas se
quedaron hace años en Brasil. Cuenta historias humanas, de personas anónimas de
su barrio valenciano de Marxalenes (Valencia) donde aprendió las cosas
importantes de la vida. A
veces versiona historias de otros o escarba en la tradición oral.
FEZ. Es contadora de historias, promotora de la lectura y
gestora cultural. Sus raíces están esparcidas entre Valencia, Albacete, Cuenca,
Murcia, Peñaranda de Bracamonte (Salamanca) y Ávila. Algunas de ellas se
quedaron hace años en Brasil. Cuenta historias humanas, de personas anónimas de
su barrio valenciano de Marxalenes (Valencia) donde aprendió las cosas
importantes de la vida. A
veces versiona historias de otros o escarba en la tradición oral.
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